Entre enero y marzo de este año se han ejecutado un total de 18.971 hipotecas, un 8% más interanual. De ellas, casi el 63% son préstamos de entre 2005 y 2008, un periodo previo a la crisis en el que la concesión de hipotecas era, por decirlo de manera sencilla, un proceso sencillo y extremadamente laxo. Para evitar este drama es imprescindible no dejarse llevar por la publicidad de los bancos o la caída del euribor, ya que en algunos años podemos llevarnos una ingrata sorpresa. Refinanciar, no alargar la agonía y actuar rápido son vitales para afrontar este proceso según el responsable del servicio de asesores de idealista hipotecas, Juan Villén.
En este sentido, en primer lugar, es muy importante “ser consciente de que no vas a poder pagar hipoteca y además, cuánto antes mejor”. Puede ser una obviedad pero muchos de los afectados no se terminan de creer su situación. “No hay que dejarlo para el último momento y nunca esperar hasta que hayamos entrado en proceso judicial o cuando se haya fijado la fecha para subastar la vivienda, ya que a partir de ese momento todo se torna más complicado”, detalla el experto de idealista hipotecas.
Además, si no contamos con muchos conocimientos del sector, es necesario “pedir siempre ayuda a un asesor”, sobre todo porque se dan muchos casos “en los que el afectado no solo tiene problemas con el pago de la hipoteca sino con otros prestamos”.
Eso sí, la principal solución es siempre la de “renegociar la hipoteca con el banco” ya que las entidades puede dar una carencia de capital con la que podamos pagar solo los intereses y olvidarnos del capital, y otras medidas como “alargar el plazo” que al igual que la anterior sirve para reducir la cuantía de la cuota.
No obstante, debemos ser conscientes de que los bancos actualmente “no están muy abiertos a este tipo de negociaciones, que evitan a no ser que se vean en la necesidad después de que un cliente empiece a no pagar sus cuotas”.
Si una vez hayamos renegociado vemos que el problema se agrava y no se soluciona entonces deberíamos pensar en deshacernos de la vivienda. En este sentido, se están dando casos en los que “por desgracia el saldo de la hipoteca es superior al precio de la vivienda, lo que provoca que el banco acepte la venta y la diferencia la vuelva a considerar como un préstamo personal”, con lo que los afectados salen del problema solo parcialmente.
En cualquier caso, es imprescindible “evitar a toda costa dar garantías adicionales a los bancos a cambio de refinanciaciones”, tales como poner como aval la casa de los padres o unos familiares. “Hay bancos que piden que se pongan otras condiciones para aceptar refinanciar la deuda. Recomendamos negociar con lo que se tiene, ya que puede ser que arruines tu situación y la de alguien cercano”.
Origen de la noticia «Diario Idealista»: http://www.idealista.com/news/inmobiliario/vivienda/2014/07/09/729675-recomendaciones-para-evitar-una-ejecucion-hipotecaria