Es bastante frecuente que, cuando se hereda una casa, haya ciertas rencillas entre los herederos.
Algo totalmente normal al ser la vivienda un bien completamente indivisible y, para ponerlo a la venta, todos los involucrados deben estar conformes.
Por ello, en este nuevo artículo, os hablaremos de los principales problemas que surgen en torno a una vivienda heredada.
¿Cuándo se hereda una vivienda?
Para contestar a esto, primero debemos definir que es una herencia. Una herencia “constituye un acto jurídico en el que una persona transfiere sus bienes, obligaciones y derechos (al conjunto de todo esto se llama patrimonio), a otra persona o personas cuando fallece”.
En definitiva, una herencia refleja la última voluntad de una persona sobre sus bienes. No es nada extraño recibir una vivienda en propiedad como herencia, ya que en España hay muchos ciudadanos que ya son propietarios y el 83% preferimos tener una vivienda en propiedad a alquilarla.
Como hemos mencionado anteriormente, un bien inmueble es indivisible, por lo tanto, no se pueden dividir las estancias o habitaciones, cuantificarlas en euros y dividirlas entre los herederos.
Cuando una vivienda se pasa como herencia a varias personas, se genera una situación de copropiedad o proindiviso, en la que los herederos cuentan con una parte de propiedad sobre esa vivienda.
¿Qué sucede si uno de los propietarios desea poner en venta la casa?
Es una situación que también se da con frecuencia, porque es prácticamente imposible que no haya problemas entre los herederos, de ahí la importancia de hacer testamento antes de fallecer, ya que puede darse el caso de que uno quiera vender y otros no, o viceversa.
Para poder vender una casa con varios propietarios, es fundamental que todos estén de acuerdo.
Esto es así porque no se puede forzar a una parte a vender si no quiere. No obstante, también existe la posibilidad de convencer a esa parte de que deje de ser copropietario. Es una alternativa, pero no suele darse.
Hay 2 situaciones a considerar: el reparto de herencias y la aceptación de estas. Son dos casos distintos.
En el primer caso, los herederos aceptan repartirse la herencia, mientras en la segunda los herederos aceptan voluntariamente la herencia que les corresponde.
«En el momento del reparto, pueden realizarse modificaciones para prevenir futuros problemas.»
Por ejemplo, si hubiese efectivo y también inmuebles, se puede renunciar a la copropiedad del inmueble y quedarse con el dinero, en el caso de que el efectivo que nos hemos quedado fuese de igual valor a nuestra parte del inmueble. En este caso, la propiedad del inmueble corresponde a una sola persona.
Mi hermano/a quiere vender la casa y yo no. ¿Qué podemos hacer?
Las dos alternativas “fáciles” son:
- Ponerse de acuerdo a la “fuerza”.
- Vender nuestra parte de la propiedad a los otros herederos o un tercero.
En el caso de que los herederos no lleguen a un acuerdo, habría que tomar la vía judicial. El heredero que desee vender la casa, puede pedir un reparto judicial de la herencia y la consecuente subasta pública de la vivienda.
La mejor alternativa al heredar una vivienda, es que haya un acuerdo entre los herederos. De este modo, nos evitamos malos ratos y un desgaste emocional que, incluso, puede derivar en juicios con sus correspondientes gastos (procurador, abogados, tasación, etc.).
Además, cuando una casa se vende mediante subasta pública, su valor es increíblemente inferior a su valor real de mercado.